Se sube en la zona de la Terminal y allí regresa. Es el mimado de choferes y pasajeros que admiran su tranquilidad y amabilidad al recorrer pasillos. Se 'sienta' en las butacas y 'elige' sus recorridos.
La clásica frase "cualquier colectivo le viene bien" le queda perfecto pero hay un detalle importante: él sabe dónde debe volver. Un perro mestizo es furor al ser un particular pasajero que se sube a las unidades de distintas líneas en la Terminal sanjuanina y allí regresa. En los últimos días su popularidad fue en ascenso y ahora, tanto los choferes como los pasajeros esperan cruzarse con él. Y es que elige las líneas a las que se va a subir y no se desorienta.
"Es un perro increíble. Muy "humanizado" y educado. A mi colectivo amagaba subirse; después lo hizo pero una cuadra y se bajaba. Hasta que se subió e hizo el recorrido completo", contó Néstor López, chofer de la línea 26 A, interno 64, de la empresa El Triunfo a Diario La Provincia SJ. "Fue insólito; llego a un semáforo y se subió asustado como si lo persiguieran otros perros. Pensé que venía con alguien pero nadie subió junto a él. Se echó sobre dos asientos y se durmió. Cuando llegamos al paradero que está cerca de Don Bosco pensé que se iba a bajar pero no. Empecé a comentar con otros choferes y con mi familia que llevaba un pasajero sin boleto y que no podía pagar", señaló entre risas.
"Es un perro increíble. Muy "humanizado" y educado. A mi colectivo amagaba subirse; después lo hizo pero una cuadra y se bajaba. Hasta que se subió e hizo el recorrido completo", contó Néstor López, chofer de la línea 26 A, interno 64, de la empresa El Triunfo a Diario La Provincia SJ. "Fue insólito; llego a un semáforo y se subió asustado como si lo persiguieran otros perros. Pensé que venía con alguien pero nadie subió junto a él. Se echó sobre dos asientos y se durmió. Cuando llegamos al paradero que está cerca de Don Bosco pensé que se iba a bajar pero no. Empecé a comentar con otros choferes y con mi familia que llevaba un pasajero sin boleto y que no podía pagar", señaló entre risas.
Pero cuando debió retomar el trabajo, el perro no bajó y decidió llevarlo sin perderlo de vista. "Lo miraba para ver cómo reaccionaba la gente y si él gruñía o no. Sin embargo, todos lo miraban y él hasta le movía la cola a los niños que le hacían cariño. Otros que subieron en el centro le sacaban fotos e incluso cuando llegamos a la Villa San Damián, una señora me acercó alimento para que le diera. Nuevamente en el paradero, lo bajé para alimentarlo y esperé ver qué hacía. Se fue caminando hacia calle Brasil", detalló.
Después, se fue enterando por redes sociales y WhatsApp que el particular viajero ya se tomó los colectivos de las líneas 17, 7, 35 y 39. "Un chofer lo bajó en el barrio Fátima y el perro como no subió, se fue nomás. Le decía que por qué había hecho eso; si el perro no era de allí; que seguro se había perdido. Pero nos enteramos que se subió a otro micro y regresó a la zona de Rawson y Santa Fe. Es muy tranquilo y cuando vi su foto sentado en una butaca mirando por la ventanilla, parecía casi una persona. Estas cosas nos sacan una sonrisa; en una actividad como la nuestra en la que lidiamos con el tránsito y tenemos tantas cosas en la cabeza, realmente nos saca de la rutina y para bien. Espero verlo pronto y ya tiene su viandita", sentenció Néstor.
Y vos, ¿ya te lo encontraste en el colectivo?
Fuente: Diario La Provincia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario