Matías encontró la bolsa y la dejó a su lado, a simple vista de todos los pasajeros, para que nada salga mal. Su intención desde el primer momento era regresar la bolsa, que también contenía documentación y papeles de una transacción reciente. "Estaba limpiando el coche, en la segunda ronda de la mañana, cuando vi la bolsa negra. La abrí y vi que había una cantidad importante de plata, documentación y un monedero de color rosado. También hallé un papel de compra y venta. Si nadie la reclamaba la iba a dejar en la empresa", contó Matías a sanjuan8.com.
El chofer salió de la empresa cerca del mediodía cuando un remis lo alcanzó. En ese móvil, la dueña del dinero llegaba desesperada a pedir lo que se había olvidado. El resultado de la venta de un automóvil. "Llamé a un pasajero conocido de la línea para que me sirva de testigo, que constara que estaba todo el dinero y se lo entregué". ¿Pero qué fue lo primero que pensó Matías cuando halló el dinero? "Me preocupé porque no sabía cuál era la procedencia de la plata. Luego pensé en dejarla a la vista de toda la gente que sube por si alguien llegaba a reclamar. También pensé que hay gente que necesita mucha plata para internaciones, estudios y esas cosas. Entonces, pensé que sí o sí debía aparecer su dueño. Y si la plata era de mala procedencia (robada) quedaría ahí hasta que yo termine mi turno y luego dejarla en la empresa, para que llame a la policía". Matías, afortunadamente, siempre tuvo claro algo: "Dejarme la plata, no. No es mía y tengo claro que si no es mía, no me corresponde. Por suerte, apareció la dueña. Que disfrute lo que tenía pensado hacer con ese dinero y que Dios la bendiga".
Fuente: SanJuan8.com
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